lunes, 20 de abril de 2015

Era perfecto, demasiado.

Parece que me quedo sin aire, pero tengo que seguir avanzando, los latidos de mi corazón me advierten que quizás me este equivocando, otra vez, intento cojer aire pero a mis pulmones no les apetece trabajar, solo faltan unos pocos pasos, ya casi puedo verle, un pequeño pájaro se cruza en mi camino, volando tranquilamente, como si el tiempo no se hubiera detenido para el resto del mundo, solo para mi. Me siento pérdida y un poco mareada, nerviosa, algo esta a punto de estallar en mi interior. Un paso más. Ya puedo verle, esta ahí, sentado en nuestro banco, sonrio solo con la ilusión de que me este esperando, pero en el fondo se que no es verdad, solo intercambiamos un par de palabras antes, cuando nos cruzadas por la calle, siempre cerca de ese banco y por eso es nuestro banco. Parece que las fuerzas han vuelto y sigo caminando, pensando maneras de conversar con el, decir "que casualidad encontrarte" aunque no haya sido casualidad, pero el jamás podrá saber que yo se a que hora termina de entrenar y que al terminar va siempre al mismo sitio a descansar, lo supe sin querer, mientras hacia los mandados lo vi un día, y luego otro, y otro más y espere al día perfecto para ir a saludarle, volví a mirarle, parecía tan tranquilo allí sentado, y yo casi caminaba sin rozar el suelo, casi volando, entonces lo vi levantarse, sonreír, y una chica que yo no conocía saltar a sus brazos y besarle, mi mundo empezó a derrumbarse, tan patética, tan absurda, tan estúpida... En el fondo ya lo sabía, era demasiado bueno, en el fondo, pero no quería reconocerlo... Me fui a casa, ya no tenía nada que hacer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario